Hemos estado haciendo una visita a AlhóndigaBilbao. Han sido diéz años de obras que creíamos interminables pero después de todo lo que hemos visto nos ha gustado.
Este edificio industrial, obra de Ricardo Bastida (1909), de ladrillo y hormigón armado sirvió durante muchos años de almacén de vinos. Philippe Starck lo ha convertido en un espacio multidisciplinar donde la cultura, el entretenimiento y la actividad física de “tierra y agua” se darán cita a diario. Será un lugar para disfrutar con el simple hecho de visitarlo.
La Plaza de Arriquíbar se ha convertido en su antesala. Se han conservado los magníficos castaños de Indias y se han añadido algunos elementos como mesas, bancos y farolas que simulan lámparas de mesa. Tampoco podemos olvidarnos de los llamativos suelos que dan un toque especial.
A través de una pasarela accedemos al interior donde lo primero que encontramos es un atrio central de gran altura junto a tres edificios de ladrillo soportados por cuarenta y tres columnas, todas ellas diferentes, que representan el recorrido por la historia de la cultura.
De repente nos adentramos en un lugar profundo, con focos de luz muy localizados, sin adornos, sólo columnas y una enorme pantalla con la imagen de una “gran bola de fuego” .
Por el momento no se puede ver mucho más. En junio abrirán los cines, el bar, el restaurante, el gimnasio y la piscina, para el mes de noviembre la mediateca.
Os dejamos unas imágenes en nuestra página de facebook SN Comunicación, Protocolo y Organización de Eventos y ¡a disfrutar de AlhóndigaBilbao!.
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