
Este es un tema que nos parece interesante tratar en este blog en el sentido de comunicar para influir sobre otros y conseguir una opinión favorable. Así de entrada, parece una manipulación, pero todos deseamos causar buena impresión, ser efectivos en nuestro mensaje y, por supuesto que en muchas ocasiones, obtener algo concreto, puede ser un puesto de trabajo. Comunicar significa llegar al público, a nuestro receptor, saber transmitir ideas.
En el proceso de la comunicación existen varios elementos a tener en cuenta: el emisor, el receptor, el mensaje y el medio. Tenemos que pensar qué vamos a decir, a quién, cómo y dónde.
Los lenguajes escrito, oral y no verbal tienen sus propios códigos. El lenguaje escrito es más formal, preciso y elaborado. El lenguaje oral es muy personal, espontáneo, ágil e inmediato y va ligado al lenguaje no verbal, lenguaje corporal. Nuestro cuerpo es un gran comunicador, nuestras emociones se plasman en gestos que se transmiten a través de él. La postura corporal, posición de brazos y piernas; la expresión facial, sonrisa, mirada, muecas, cejas, ceño, junto con nuestra expresión oral, voz, tono, ritmo y volumen, son elementos a tener en cuenta a la hora de preparar una exposición pública: una presentación en clase, una entrevista de trabajo, un discurso de agradecimiento, una conferencia, impartir una clase, etc.
Deberíamos de darle más importancia a una buena oratoria. Realmente, hablar en público es un arte en el que se pueden adquirir destrezas. Deberíamos empezar en el colegio y seguir en la universidad. Hay que olvidarse del miedo escénico que produce hablar en público y para ello la experiencia, como en todo, es fundamental, la segunda ocasión te saldrá mejor que la primera y la siguiente aún mejor, así hasta conseguir disfrutar del momento y de un trabajo bien hecho.
Pero la base es una buena preparación del tema, del mensaje, conocimiento de la audiencia, de los tiempos, en muchos casos también del espacio donde se va a desarrollar la puesta en escena, la actitud del orador y estudio de gestos, entre otros. Todo esto se puede practicar, ejercitar, ensayar y perfeccionar.
Os dejamos unos enlaces a los libros de Flora Davis, La comunicación no verbal.
Dale Carnegie, Cómo hablar bien en público; El camino fácil y rápido para hablar eficazmente y Aprender a hablar en público hoy de Juan Antonio Vallejo Nágera. Se ha escrito mucho sobre este tema pero estas referencias son unos clásicos y nos gustan.